Inaugurado el Centro de Arte Rupestre de Cantabria en Puente Viesgo.
La infraestructura ha sido posible gracias a una inversión total superior a los 5 millones de euros procedente de fondos europeos.
Inaugurado el Centro de Arte Rupestre (CAR) de Cantabria en Puente Viesgo, una infraestructura que lleva el nombre de ‘Alberto I de Mónaco’, en reconocimiento a su labor de mecenazgo en el estudio de las cuevas cántabras a principios del siglo XX. Esta apertura marca un hito importante para nuestra región y, en particular, para Valles Pasiegos, ya que se espera que se convierta en un destacado impulsor del turismo gracias a su inmenso potencial.
Ángel Sainz Ruiz, presidente del Grupo de Acción Local, estuvo presente en la inauguración y dijo que “este centro representa un hito histórico para nuestra comarca, consolidando no solo el compromiso con la preservación del arte rupestre paleolítico, sino también potenciando el turismo cultural en Valles Pasiegos. La riqueza de nuestro patrimonio se ve magníficamente reflejada en estas instalaciones, y confiamos en que el CAR de Cantabria se erigirá como un faro educativo y cultural, iluminando la belleza de nuestro legado ancestral y atrayendo a visitantes de todas partes del mundo».
El Centro
El Centro de Arte Rupestre de Cantabria, una infraestructura de titularidad pública autonómica, ha sido posible gracias a una inversión total superior a los 5 millones de euros, financiados con fondos europeos REACT. Este centro desempeñará un papel crucial en la gestión y conservación del arte rupestre paleolítico, con un enfoque no solo divulgativo y turístico, sino también en la preservación de este magnífico legado.
Con una superficie de 1.760,87 metros cuadrados, el edificio, ubicado en la ladera nororiental del Monte Castillo, se adapta armoniosamente a la topografía y el paisaje circundante. Estructurado en tres volúmenes con una cubierta única, el diseño en forma de ‘U’ alberga áreas administrativas, expositivas y de atención al público alrededor de un jardín interior.
La exposición permanente, titulada ‘Cantabria en el origen del arte’, ocupa 500 metros cuadrados en el ala derecha del edificio. Este espacio diáfano, con techos altos de hasta 5,5 metros, ha sido cuidadosamente diseñado para proporcionar una experiencia inmersiva que destaca la riqueza del arte rupestre en Cantabria. La exhibición se presenta como una extensión natural de la arquitectura circundante, creando una imagen institucional integrada y elegante.
El diseño museográfico, pensado para atraer a un público diverso, presenta los contenidos de manera comprensible y atractiva, utilizando recursos interpretativos originales y dinámicos. Además, se ha prestado especial atención a la accesibilidad para personas con discapacidad, garantizando que todos los visitantes disfruten de una experiencia enriquecedora.
El CAR de Cantabria no solo es un espacio de exposición, sino también la central de reservas y taquilla para las cuevas prehistóricas de Cantabria. Su horario de apertura varía según la temporada, asegurando la disponibilidad para visitantes locales y turistas por igual.